Contexto del estudio y métodos aplicados
La investigación, que abarcó el periodo de 2014 a 2018, se basó en el análisis multicéntrico de datos epidemiológicos extraídos de los registros clínicos estandarizados y colectados prospectivamente en centros de fertilidad franceses. Incluyó exclusivamente nacimientos únicos derivados de transferencia de embriones tanto frescos como congelados mediante vitrificación o congelación lenta. Se tomaron en cuenta los ciclos ovulatorios y artificiales para la preparación del endometrio durante las transferencias de embriones congelados (FET, por sus siglas en inglés).
Resultados principales y papel del azar
El estudio observó diferencias significativas en términos de peso al nacer entre los grupos de niños nacidos luego de FET en comparación con aquellos tras transferencias de embriones frescos. Los resultados reflejaron una mayor incidencia de LGA en los recién nacidos provenientes de FET, especialmente cuando se utilizaban ciclos artificiales para la preparación del endometrio. Contrariamente, no se apreció una asociación entre el riesgo de presentar LGA y la técnica de congelación del embrión (vitrificación frente a congelación lenta) o la etapa de desarrollo del embrión al momento de su congelación.
Puntos a considerar y limitaciones del estudio
Es importante señalar que el estudio no incluyó información sobre factores maternos como la paridad, el índice de masa corporal (IMC), la causa de la infertilidad o las comorbilidades maternas. Además, los datos acerca de las condiciones de cultivo e incubación embrionaria no estuvieron disponibles. Tales limitaciones podrían influir en la interpretación de los resultados y en la comprensión más profunda de las variables asociadas al aumento del riesgo de LGA.
Implicaciones más amplias y financiamiento
Los hallazgos del estudio permiten una aproximación más clara sobre el impacto de los diferentes métodos de transferencia de embriones congelados en el desarrollo fetal. Considerando que la técnica de preparación endometrial ejerce la mayor influencia en el riesgo de LGA, optar por ciclos ovulatorios podría ayudar a reducir la incidencia de trastornos en el crecimiento fetal. La investigación fue financiada por la Agencia Francesa de Biomedicina, reforzando el compromiso con la mejora continua en la salud neonatal y la investigación reproductiva.